Desde hace varias semanas dos grupos de trabajo vienen reuniéndose en torno a dos líneas de actuación, para seguir tejiendo la convivencia y los lazos sociales del barrio.
Estos dos grupos detectaron, por un lado, que es necesaria una red de comunicación en el barrio que conecte los recursos existentes y genere un conocimiento compartido de las actividades que hay, para que la información comunitaria esté siempre en circulación y llegue a todo el mundo. Con este objetivo, se han puesto en marcha unos buzones comunitarios que irán rotando por distintos recursos del barrio, como asociaciones, cafeterías, comercios, el centro de salud, etc., en dónde vecinas y vecinos puedan compartir cómo reciben la información y cómo identifican al barrio, para tener pistas sobre un posible nombre que darle a dicha red de comunicación.
Por otro lado, una segunda línea de trabajo se ha centrado en mapear las infraestructuras sociales existentes en el barrio, es decir, aquellos lugares capaces de generar encuentro y convivencia, y que, a veces no siendo visibles, permiten establecer vínculos significativos. En definitiva, se trata de partir de lo existente, para seguir creciendo, sumando visiones y distintas realidades, para tejer en común un barrio con mayor calidad de vida.