La línea del tiempo es un gran mural con el que pretendemos reconstruir la historia colectiva del barrio al identificar colectivamente los eventos importantes en la historia del barrio.
Es un mural físico, pero también emocional, donde partiendo desde los recuerdos y afectos compartidos se recorran las vivencias y memorias del territorio, consolidando un espacio simbólico compartido.
La línea del tiempo ha estado rotando por distintos recursos del barrio, demostrando su capacidad para generar encuentro entre la diversidad existente, mostrando el hilo común que recorre todas las vivencias que experimentamos.
Tras ser expuesta en el parque de la Cometa en el mes de noviembre bajo el cobijo de Excéntrico, el mural ha recorrido el Centro Joven del barrio, la asociación COLOR, la parroquia de San Francisco Javier y San Ezequiel, la Ludoteca El Desván y el CEIP Milenario de la Lengua entre otros lugares, dentro de su travesía por el barrio para seguir sumando todos los recuerdos que permitan reconstruir la memoria vivencial del barrio. Si quieres conocerla, sólo tienes que seguir el hilo común que una la historia.